miércoles, 5 de junio de 2013

¿CÓMO PODEMOS AYUDAR A NUESTRO SISTEMA INMUNE?

Sabemos que el sistema inmunológico es el que se encarga de proteger el organismo de la invasión de bacterias, parásitos, virus y hongos. Estos seres microscópicos rodean nuestro cuerpo y siempre estamos en contacto con ellos. A medida que el clima va cambiando aumenta la cantidad de viruses, hongos, y cada vez llegan nuevos y desconocidos de estos microorganismos a invadir nuestro cuerpo. Les prestamos atención sólo cuando se manifiestan los signos de enfermedad que nos indican que el sistema inmunológico necesita ayuda. Otros factores que afectan al sistema inmunológico son; nuestro estado de ánimo, el estrés, los trastornos emocionales y la fatiga física, ya que estos reducen la producción de células de defensa y nos hacen más propensos a las infecciones. Podemos ayudar al sistema inmunológico de una forma natural utilizando plantas medicinales con el fin de restaurar la fortaleza del sistema. Entre estas plantas están las siguientes: La equinacia y el trébol rojo – estas ayudan a purificar la sangre y a renovar los tejidos. La equinacea se considera uno de los mejores antibióticos naturales por su capacidad para estimular el sistema inmunológico, produciendo más glóbulos blancos. La caléndula y el aloe vera – ayudan a calmar las irritaciones de la piel. El ajo y el tomillo – ayudan a destruir microorganismos. El jengibre y el romero – ayudan a fortalecer el organismo en períodos largos de mala salud y estimulan el sistema inmunológico. La melisa y la lavanda – reducen la ansiedad nerviosa. El diente de león y la ortiga – mejoran la eliminación. El limón y la naranja – levantan el ánimo y son una buena fuente de vitamina C. Vitaminas: Vitaminas del grupo B – se puede obtener de la levadura de cerveza, de las espinacas, trigo, cebada, avena, frutos secos, verduras, coliflor, los rábanos, las lechugas, etc. Vitamina C – esta es necesaria para poder absorber la vitamina A y E, ya que la deficiencia de esta en el cuerpo puede provocar una debilidad en los capilares. También es necesaria para la absorción del hierro, del calcio y otros aminoácidos. Algunos alimentos ricos en esta vitamina lo son los pimientos, las acerolas, limones, chinas, toronjas, etc. Vitamina A – su deficiencia puede provocar ceguera. Los alimentos que contiene esta vitamina son las zanahorias, calabaza, verdolaga, las espinacas, el tomate, espárragos, berro, el mamey, etc. Otras de las formas de proteger el sistema inmunológico es comiendo frutas, verduras, hierbas frescas, vegetales, tomar por lo menos seis vasos de agua fresca al día, practicar algún ejercicio, meditar y dar paseos al aire libre. Tener un sistema inmune fortalecido es la mejor garantía para no sucumbir ante las enfermedades, así que comienza desde hoy.

CICLO MENSTRUAL FEMENINO.

El ciclo sexual femenino humano (o ciclo menstrual) es el proceso mediante el cual se desarrollan los gametos femeninos (óvulos u ovocitos) y se producen una serie de cambios dirigidos al establecimiento de un posible embarazo. El inicio del ciclo se define como el primer día de la menstruación y el fin del ciclo es el día anterior al inicio de la siguiente menstruación. La duración media del ciclo es de 28 días, aunque puede ser más largo o más corto. A la primera menstruación se le denomina menarquia o menarca. Así como algunas niñas ingresan en la pubertad antes que otras, lo mismo ocurre con el período. La edad media de la menarquia es 12.5 años,1 pero varía de niña a niña (esto puede ocurrir entre 8-16 años). La menarquia no aparece hasta que todas las partes del aparato reproductor de una niña han madurado y están funcionando en conjunto. Esto indica el comienzo de la capacidad reproductiva. La menarquia es el principal marcador psicológico de la transición de la infancia a la edad adulta.

LOS NUTRIENTES.

NUTRIENTES, QUE SON Y PARA QUE SIRVEN.

Los alimentos contienen sustancias necesarias para la vida que llamamos nutrientes. Cada nutriente cumple con distintas funciones en nuestro organismo, siendo algunos de ellos esenciales. Esto último quiere decir que nuestro cuerpo por sí solo no los puede producir, de ahí que deban estar siempre presentes en aquellos alimentos que componen nuestra dieta diaria.
Los nutrientes y sus funciones
Los nutrientes se pueden clasificar según la función más destacable que desempeñan en nuestro cuerpo. De este modo nos encontramos con los siguientes tipos de nutrientes:
Plásticos o de construcción: Forman parte de nuestras células, tejidos (músculo, huesos...), corazón, riñones, etc. Los nutrientes que llevan a cabo esta función son fundamentalmente las proteínas.
Energéticos: Algunos de ellos son nuestra principal fuente de energía para poder funcionar correctamente cada día. Hablamos de los hidratos de carbono (energía de utilización rápida) y de las grasas (reserva de energía), los cuales nos permiten llevar a cabo todas las actividades del día, realizar ejercicio, etc.
Reguladores: Permiten que tengan lugar en nuestro cuerpo todas las reacciones necesarias para su buen funcionamiento. Esta función la llevan a cabo las vitaminas, los minerales, el agua, la fibra, los antioxidantes y también ciertas proteínas que actúan como enzimas y hormonas.

                                                      

LOS ALIMENTOS.

Los alimentos son sustancias necesarias para el mantenimiento de los fenómenos que ocurren en el organismo sano y para la reparación de las pérdidas que constantemente se producen en él. No existe ningún alimento completo, en nuestra dieta debemos incluir una diversidad de alimentos que hagan que ésta sea lo suficientemente rica como para poder mantener funcionando de manera correcta nuestro organismo.

Minerales.


 

Los minerales inorgánicos son necesarios para la reconstrucción estructural de los tejidos corporales además de que participan en procesos tales como la acción de los sistemas enzimáticos, contracción muscular, reacciones nerviosas y coagulación de la sangre. Estos nutrientes minerales, que deben ser suministrados en la dieta, se dividen en dos clases: macroelementos, tales como calcio, fósforo, magnesio, sodio, hierro, yodo y potasio; y microelementos, tales como cobre, cobalto, manganeso, flúor y cinc.
El calcio es necesario para desarrollar los huesos y conservar su rigidez. También participa en la formación del citoesqueleto y las membranas celulares, así como en la regulación de la excitabilidad nerviosa y en la contracción muscular. Un 90% del calcio se almacena en los huesos, donde puede ser reabsorbido por la sangre y los tejidos. La leche y sus derivados son la principal fuente de calcio.

VITAMINAS.

Son compuestos orgánicos que actúan sobre todo en los sistemas enzimáticos para mejorar el metabolismo de las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas. Sin estas sustancias no podría tener lugar la descomposición y asimilación de los alimentos.
Ciertas vitaminas participan en la formación de las células de la sangre, hormonas, sustancias químicas del sistema nervioso y materiales genéticos. Las vitaminas se clasifican en dos grupos: liposolubles e hidrosolubles. Entre las vitaminas liposolubles están las vitaminas A, D, E y K. Entre las hidrosolubles se incluyen la vitamina C y el complejo vitamínico B.
Las vitaminas liposolubles suelen absorberse con alimentos que contienen esta sustancia. Su descomposición la lleva a cabo la bilis del hígado, y después las moléculas emulsionadas pasan por los vasos linfáticos y las venas para ser distribuidas en las arterias. El exceso de estas vitaminas se almacena en la grasa corporal, el hígado y los riñones. Debido a que se pueden almacenar, no es necesario consumir estas vitaminas a diario.

EL APARATO LOCOMOTOR.

Los huesos del esqueleto sostienen al cuerpo y dan protección a los órganos internos, como el corazón y los pulmones; mientras que los músculos brindan la flexibilidad y el movimiento, pues son capaces de contraerse y estirarse.
     El cuerpo humano está formado por 206 huesos que trabajan en armonía para dar soporte al cuerpo. Los huesos pueden ser de diferentes tamaños y formas: los hay largos, cortos, planos o anchos. Los más largos están en las piernas y brazos, y los de menor tamaño en las falanges de los dedos y en la columna.
     El fémur es el hueso del muslo y es el más grande de todos.
     Casi todos los huesos de la cabeza son planos, unos pertenecen a la cara y otros al cráneo.
     El tronco está formado por la columna vertebral y las costillas, de las cuales tenemos 12 pares que forman una caja para resguardar a órganos tan importantes como el corazón y los pulmones.
     Los huesos de la cintura y cadera forman una especie de recipiente hondo que sirve también para proteger y sostener a los órganos internos.
     Los brazos y piernas están formados por huesos largos. En su parte interna, los huesos contienen una sustancia llamada médula ósea. La médula de algunos huesos contribuye a la formación de la sangre, que es otra función muy importante del esqueleto.
     Los huesos más pequeños forman los dedos de manos y pies.
      El dedo pulgar es una gran herramienta que nos permite manipular muchos objetos.
     En el nacimiento, los huesos no están tan duros como ahora, en ese periodo son suaves y formados de cartílago. Sin embargo, aún en el cuerpo de un niño quedan zonas formadas por cartílago, por ejemplo, las orejas o la punta de la nariz. Igualmente entre las vértebras de la columna hay cartílago, que evita que choquen bruscamente o que lastimen a los cordones nerviosos que van en su interior.
     Un hueso se une a otro mediante articulaciones. Existen articulaciones que se mueven mucho, por ejemplo, las de los dedos, el codo o las rodillas; otras se mueven menos, como las de las vértebras de la columna, y también hay algunas fijas, por ejemplo, las que unen a los huesos de la cabeza entre sí.
     Los huesos se unen en las articulaciones por medio de unos cordones musculares muy fuertes llamados ligamentos.
 
                                             Esquema de huesos del cuerpo humano.

COMPUESTOS QUIMICOS.

En química , un compuesto es una sustancia formada por la unión de dos o más elementos de la tabla periódica. Una característica esencial es que tiene una fórmula química. Por ejemplo, el agua es un compuesto formado por hidrógeno y oxigeno en la razón de 2 a 1 (en número de átomos): H_2O.
En general, esta razón es debida a una propiedad intrínseca (ver valencia). Un compuesto está formado por moléculas  o iones con enlances estables y no obedece a una selección humana arbitraria. Por este motivo el bronce o el chocolate son denominadas mezclas o aleaciones, pero no compuestos.
Los elementos de un compuesto no se pueden dividir o separar por procesos físicos (decantación, filtración, destilación, etcétera), sino sólo mediante procesos químicos.
                                                        

LAS REACCIIONES QUÍMICAS Y SU AJUSTE.

 
Las ecuaciones químicas son las representaciones de las reacciones químicas o transformaciones químicas, y constan de dos miembros; en el primero se indican las fórmulas de las sustancias iniciales, que se denominan reactivos, y en el segundo las de las sustancias que se obtienen, y se denominan productos. Los miembros se separan por una flecha (-->) para señalar el sentido de una reacción o dos flechas con los sentidos contrarios (<-->) para indicar que la reacción está en equilibrio, es decir, que coexisten sustancias reaccionantes y productos.
Como por ejemplo, en la combustión del metano se produce dióxido de carbono y agua. La ecuación que representa esta reacción es:
CH4 + O2 --> CO2 + H2O
Para que la ecuación cumpla con la ley de conservación de la masa es imprescindible que esté ajustada o igualada, es decir, que haya el mismo número de átomos en cada miembro de la ecuación. Se utilizan entonces unos números, los coeficientes estequiométricos, que se colocan delante de las fórmulas e indican el número relativo de moléculas.
CH4 + 2 O2 --> CO2 + 2 H2
En determinados casos hace falta especificar el estado físico: sólido (s), líquido (l), gas (g), o disolución acuosa (aq), en que se encuentran las sustancias en las condiciones de la reacción.
CH4(g) + 2 O2(g)  --> CO2(g) + 2 H2O(l) 
En las ecuaciones ajustadas podemos hacer dos lecturas: una microscópica, por ejemplo, una molécula de metano con dos moléculas de oxígeno produce una molécula de dióxido de carbono y dos de agua, esto es poco práctico aunque didáctico porque nunca vamos a trabajar con tan poca materia, más interesante es la lectura macroscópica, por ejemplo, un mol de metano con dos moles de oxígeno produce un mol de dióxido de carbono y dos moles de agua. Esto será particularmente útil cuando realicemos cálculos estequiométricos.
Si en la reacción intervienen ións, hay que igualar, además, eléctricamente, para que cumpla la ley de conservación de la carga. Como por ejemplo:
Zn + Ag+ --> Zn2+ + Ag 
Zn(s) + 2 Ag+(aq) --> Zn2+(aq) + 2 Ag(s) 
Método para ajustar ecuaciones químicas: el método más sencillo es el de tanteo, se contarán los átomos de cada elemento en reactivos y productos y se colocarán los coeficientes delante de las fórmulas para que los elementos queden igualados, debes dejar para ajustar al final los elementos que aparezcan en varias fórmulas en reactivos o productos. Ten en cuenta que al ajustar un elemento puedes desajustar otro, por tanto repasa todo al final. 
Un ejemplo: Combustión del propano
C3H8 + O2 --> CO2 + H2O
El oxígeno participa en más de un compuesto en productos, lo dejaremos para el final. Empezamos por el C, 3 carbonos en reactivos y 1 carbono en productos, necesitamos 3 moléculas de CO2 para ajustarlo.
C3H8 + O2 --> 3 CO2 + H2O
Seguimos con el H, 8 hidrógenos en reactivos y 2 hidrógenos en productos, necesitamos 4 moléculas de H2O para ajustarlo.
C3H8 + O2 --> 3 CO2 + 4 H2O
Sólo nos faltan los O, 2 oxígenos en reactivos y 3·2+4·1=10 en productos, necesitamos 5 moléculas de O2 en reactivos para ajustarlo.
C3H8 + 5 O2 --> 3 CO2 + 4 H2O
Ya está la ecuación ajustada, el coeficiente del propano es 1 aunque no se escriba, pero en los ejercicios sí lo tienes que escribir. Recuerda que lo que no puedes modificar son los coeficientes de cada elemento dentro de las moléculas, ya que cambiarías las sustancias, sólo podemos modificar el número de moléculas.